El desafío que propone el Papa Francisco para que la paz reine en el mundo en 2017
VATICANO, 12 Dic. 16 .-
El Papa Francisco lazó un especial desafío a los católicos para que la
paz reine en todo el mundo en el año 2017: que la violencia sea
desterrada de la vida de cada uno y que eso se haga a través de la oración y la acción.
El Santo Padre hizo este especial llamado en su mensaje para la Jornada
Mundial de la Paz 2017 que se celebrará el 1 de enero de 2017 y que
lleva como título “La no violencia: Estilo de una política para la paz”.
En el texto, el Pontífice exhorta a los católicos de esta forma: “en el 2017, comprometámonos
con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón,
de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común”.
El Papa explica en el texto que este desafío puede lograrse a través de
las 8 Bienaventuranzas, ya que ellas “trazan el perfil de la persona que
podemos definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los
mansos —dice Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y
los puros de corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia”.
“Esto es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos,
para los responsables de las instituciones internacionales y los
dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el
mundo: aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias
responsabilidades”.
Francisco recuerda que “la no violencia activa es una manera de mostrar
verdaderamente cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda
que el conflicto. Todo en el mundo está íntimamente interconectado”.
“Puede suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de
forma constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los
opuestos [puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva
vida», conservando «las virtualidades valiosas de las polaridades en
pugna»”.
El Papa también señala que este mensaje suyo es para la Jornada de la
Paz número 50 y recuerda brevemente algunas de las cosas que dijeron en
su momento el Beato Pablo VI, San Juan XXIII, San Juan Pablo II y Benedicto XVI, todos firmemente comprometidos en promover la paz en todo el orbe.
Francisco también alerta sobre el gran peligro de las guerras y explica que “la violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado.
Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos,
a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento, ya que las grandes
cantidades de recursos que se destinan a fines militares son sustraídas
de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de las familias en
dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran mayoría de los
habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte física y
espiritual de muchos, si no es de todos”.
Para hacer frente a esta realizada, explica el Papa, es necesario abrirse al Señor: “quien acoge la Buena Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar por la misericordia de Dios,
convirtiéndose a su vez en instrumento de reconciliación, según la
exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de
palabra la tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»”.
El Santo Padre precisa además que “muchas veces la no violencia se
entiende como rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es
así. Cuando la Madre Teresa
recibió el premio Nobel de la Paz, en 1979, declaró claramente su
mensaje de la no violencia activa: «En nuestras familias no tenemos
necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz, sino de
vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»”.
Otros ejemplos exitosos que recuerda el Pontífice son los de “Mahatma
Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de
Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial. En especial, las
mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia, como, por
ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres liberianas, que han organizado
encuentros de oración y protesta no violenta (pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia”.
La familia
“Si el origen del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el seno de la familia.
Es parte de aquella alegría que presenté, en marzo pasado, en la
Exhortación apostólica Amoris laetitia, como conclusión de los dos años
de reflexión de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia”.
Francisco resalta en su mensaje que “la familia es el espacio
indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y
hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo
desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben
ser superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la
búsqueda del bien del otro, la misericordia y el perdón”.
El Santo Padre alienta con urgencia a detener “la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños.
El Jubileo de la Misericordia, concluido el pasado mes de noviembre,
nos ha invitado a mirar dentro de nuestro corazón y a dejar que entre en
él la misericordia de Dios”.
Para concluir su mensaje, el Papa comenta que firma su mensaje con fecha
8 de diciembre, cuando la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de
la Virgen María.
Por ello exhorta a pedirle “que sea ella quien nos guíe. «Todos deseamos
la paz; muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos;
muchos sufren y soportan pacientemente la fatiga de intentar
edificarla»”.
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