¿Qué es un Sínodo? y ¿Cuál es su objetivo?
Podríamos definir un Sínodo diocesano como una Convocatoria del Obispo a todo el Pueblo de Dios en una Iglesia particular, para discernir a la luz del Espíritu y en un clima de comunión y participación, prioridades, criterios y normas pastorales concretas.
Es por tanto un acontecimiento eclesial de Gracia, un paso de madurez
de una Iglesia particular. Se nutre d
¿Cuál es su objetivo?
El objetivo de un Sínodo es aprender a caminar sinodalmente (estilo sinodal). La palabra «sínodo» significa «caminar juntos» e indica un rasgo esencial de la Iglesia: es un caminar juntos
como Pueblo de
Dios. El Pueblo de Dios camina como Cuerpo de Cristo. El caminar juntos reclama un caminar articulado, sinérgico y armónico, donde cada miembro de la Iglesia se siente parte del Cuerpo y contribuye al caminar.
El Sínodo es caminar juntos en orden a la finalidad esencial de la Iglesia: evangelizar. Por eso un estilo sinodal fortalece el estado de misión que asumió la Arquidiócesis desde Aparecida (2007) y que nos pide el Papa Francisco en Evangelii Gaudium 27: «sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo»
El estilo sinodal es propio de la misión misericordiosa que introdujo el Año de la Misericordia. Por eso el Cardenal Poli nos invita a «mirar la ciudad con los ojos compasivos de Jesús, atendiendo a toda necesidad».
El Sínodo no tiene como objetivo un plan o la organización pastoral, aunque de hecho surgieran como fruto del mismo. Un Sínodo se ordena más al ser que al hacer de la Iglesia.
Pero puede implicar un cambio de estructuras pastorales, dejando de lado «estructuras caducas» que ya no cumplen su rol evangelizador.
Un sínodo implica un nuevo modo de vincularidad y un nuevo modo de conducción: juntos y todos a la escucha de Dios y de cada uno de nosotros, para que "sea Él quien conduzca a la Iglesia". Este es el estilo sinodal de conducción.
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