Meriam Ibrahim, la médica sudanesa condenada a muerte liberada
Meriam Ibrahim, la médica sudanesa condenada a muerte en su país por apostasía –renunciar a la religión– y adulterio, será liberada “en los próximos días”. Así lo anunció Abdalá Al Azraq, subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Sudán. Esto ocurre después de una fuerte presión internacional.
La mujer, de 27 años, fue criada como cristiana ortodoxa y está casada desde el 2011 con un sudanés nacionalizado estadounidense.
Como en Sudán se aplica la ley islámica, un juez dictaminó que debería ser considerada musulmana ya que esa había sido la fe de su padre. La tradición musulmana designa automáticamente a los hijos como seguidores de esa religión. Pero en el caso de Meriam su padre dejó a la familia cuando ella era chica y la crió la madre, de fe católica.
El juez que la condenó a muerte por apostasía, también declaró nulo su matrimonio, lo que implica que había cometido adulterio. La ley islámica, “sharía”, no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano. En cambio sí lo puede hacer el hombre.
Antes del veredicto, un jefe religioso musulmán intentó convencerla de volver al islam, pero la mujer le dijo al juez: “Soy cristiana y nunca he cometido apostasía”. La sentencia contemplaba la aplicación de cien latigazos y luego la muerte por ahorcamiento.
Sin embargo, la fuerte presión de organismos de derechos humanos y de varios países, como Gran Bretaña y Frnacia, que calificaron de “bárbara” la medida, hicieron que las autoridades sudanesas dieran marcha atrás. “La mujer será liberada en los próximos días según los procedimientos legales que serán aplicados por el poder judicial y el Ministerio de Justicia”, afirmó Al Azraq.
La mujer, de 27 años, fue criada como cristiana ortodoxa y está casada desde el 2011 con un sudanés nacionalizado estadounidense.
Como en Sudán se aplica la ley islámica, un juez dictaminó que debería ser considerada musulmana ya que esa había sido la fe de su padre. La tradición musulmana designa automáticamente a los hijos como seguidores de esa religión. Pero en el caso de Meriam su padre dejó a la familia cuando ella era chica y la crió la madre, de fe católica.
El juez que la condenó a muerte por apostasía, también declaró nulo su matrimonio, lo que implica que había cometido adulterio. La ley islámica, “sharía”, no permite que una mujer musulmana se case con un cristiano. En cambio sí lo puede hacer el hombre.
Antes del veredicto, un jefe religioso musulmán intentó convencerla de volver al islam, pero la mujer le dijo al juez: “Soy cristiana y nunca he cometido apostasía”. La sentencia contemplaba la aplicación de cien latigazos y luego la muerte por ahorcamiento.
Sin embargo, la fuerte presión de organismos de derechos humanos y de varios países, como Gran Bretaña y Frnacia, que calificaron de “bárbara” la medida, hicieron que las autoridades sudanesas dieran marcha atrás. “La mujer será liberada en los próximos días según los procedimientos legales que serán aplicados por el poder judicial y el Ministerio de Justicia”, afirmó Al Azraq.
Post a Comment