Joven pro-vida golpeado por oponerse al aborto: Jesús no se bajó de la cruz a pesar de agresiones
WASHINGTON D.C., 10 Jun. 14.- Ke’Ontai, un joven pro-vida de 17 años, fue golpeado en un parque mientras repartía folletos con el mensaje “El aborto no es justicia social”. En su testimonio que compartió con otros miembros de la plataforma Estudiantes por la Vida (Students for Life), de Estados Unidos, aseguró que no se detendrá en su defensa de la vida desde la concepción, pues Jesús no se bajó de la cruz a pesar de los golpes.
Según relató Kristan Hawkins, la presidenta de Estudiantes por la Vida de Estados Unidos, la organización pro-vida más grande del país, el joven se encontraba repartiendo los folletos un domingo en un parque de su vecindario, cuando un hombre se acercó y comenzó a discutirle sobre el inicio de la vida, y le aseguró que su esposa acababa de someterse a un aborto “porque era lo que necesitaban hacer”.
Cuando Ke’Ontai intentó darle material de consejería post-aborto, el hombre le respondió con gritos, lo empujó al piso y golpeó al joven en el rostro.
Kristan elogió la fortaleza del joven, que a pesar de la agresión, expresó su perdón por quien lo atacó y pidió que en todo el país recen por ese hombre y su esposa.
En un testimonio remitido por el propio Ke’Ontai, indicó que recordó cómo se vinculó a la causa pro-vida tras ver una manifestación y oración en el exterior de la clínica de aborto local.
Recordó que en su intento de formar un grupo de Estudiantes por la Vida encontró diversos obstáculos, particularmente con la administración de la escuela.
El domingo en que fue agredido, recordó, “estaba en el parque entregando tarjetas de Estudiantes por la Vida. Un hombre se detuvo y comenzó una conversación sobre el aborto. Comenzó a enojarse. Me gritó, golpeó todas mis tarjetas botándolas de mis manos, y me empujó al piso”.
“En ese momento, no sabía qué pensar. ¡El tipo era de más de 150 kilos! Entonces se pone sobre mí y comienza a golpearme el rostro. Estaba tratando de escapar de él, pero no podía salir de debajo de él. Finalmente escapé y rápidamente manejé a casa tan rápido como pude”.
Al día siguiente, contó, “fui a la escuela y mi director me mandó al hospital porque mi rostro estaba muy golpeado. El doctor me dijo que tenía la nariz rota”.
“Al principio estaba enojado, pero entonces me di cuenta de que no puedo estar enojado con este hombre, porque sé que él no me odiaba, él solo no quería escuchar la verdad”.
Ke’Ontai aseguró que “siento muy dentro que había algo más en sus actos que lo que se puede ver a simple vista. Todo lo que puedo hacer es perdonarlo y rezar y amarlo de la forma en la que Dios me ama”.
“Desde el lunes, muchas personas me han preguntado si voy a detener mi trabajo pro-vida por lo que ha sucedido. ¿Quieres saber qué les he estado diciendo? Cuando Jesús estaba en esa cruz, y le estaban golpeando. Él no se detuvo”, concluyó.
Estudiantes por la Vida ha organizado una campaña, en inglés, para enviarle mensajes de apoyo a Ke’Ontai. Puede enviar el suyo en este enlace:https://sfla.webconnex.com/keontai
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