Papa Francisco a los niños: Con el amor de Dios podemos hacer un mundo mejor
VATICANO, 31 May. 14.- Al recibir hoy a alrededor de 500 menores en riesgo de abandono escolar de la ciudad de Nápoles (Italia), que forman parte de la iniciativa “El Tren de los Niños”, el Papa Francisco les recordó que “el amor de Dios está dentro de nosotros”, nunca nos deja y nos permite hacer un mundo mejor.
“El Tren de los Niños” es una iniciativa del Pontificio Consejo para la Cultura, parte del “Atrio de los niños” –proyecto similar al “Atrio de los Gentiles–, y cuenta con el apoyo de los Ferrocarriles del Estado italiano y de la Dirección general para el estudiante, con la participación del Ministerio de educación, de la Universidad y de la Investigación.
El Santo Padre recibió como presentes de los niños tierra de las Catacumbas de San Genaro, de Nápoles, y una planta, que le entregó un niño que le aseguró que es “la planta de la luz para hacer un mundo mejor”.
En su encuentro con los niños, Francisco no realizó un discurso oficial, sino que entabló un diálogo con ellos.
El Papa luego les preguntó a los niños para qué le habían llevado la tierra de la catacumba, que se encuentra en la oscuridad, hasta allá, a lo que los menores contestaron “para que se ilumine”.
“Cuando es de noche, todo está oscuro. Pero esperamos a la primera mañana, cuando comienza la luz. ¿Qué cosa es más importante en esta cuestión, la oscuridad o la luz?”, preguntó el Papa a los niños, a lo que respondieron “¡la luz!”.
“¿Y cuando estamos en la oscuridad, qué cosa importante hay que hacer? ¿Caminar a la…?”, y los niños replicaron “a la luz”.
Francisco señaló que hay que buscar la luz, pues “nos da alegría, nos da esperanza”
“¿Todos tenemos la capacidad de encontrar la luz?”, preguntó el Papa a los escolares. “¡Sí”, respondieron.
“¿Y ustedes pueden hacer un mundo mejor”, preguntó, recibiendo una fuerte respuesta afirmativa de los niños.
“Y para hacer un mundo mejor, ¿Cómo lo hacen? ¿Con el odio? ¿Lo hacen con el odio?”, insistió Francisco, a lo que los niños replicaron “¡No!” para luego continuar “con el amor”.
Francisco prosiguió entonces, diciendo que el mundo mejor se hace “con el amor. Todos juntos , como hermanos , luchando uno al lado del otro por el amor. Y para eso, les voy a decir una cosa: cuando el apóstol Juan, que era a muy amigo de Jesús -muy amigo- quería decir quién es Dios , ¿saben lo que dijo? ‘Dios es amor’. Es bello”.
“Dios es amor. Y caminamos a la luz para encontrar el amor de Dios. Pero el amor de Dios está dentro de nosotros. ¿Incluso en los momentos más oscuras? ¿Está el amor de Dios allí, escondido? ¡Sí , siempre! El amor de Dios nunca nos deja . Está siempre con nosotros. Tengamos fe en este amor, ¿eh ?”.
El Santo Padre agradeció a los niños por su visita y aseguró que “estoy tan feliz”, a lo que los niños respondieron “¡también nosotros!”.
“Estamos todos felices. Te amamos”, le dijeron los escolares al Papa.
“¡Muchas gracias! –continuó Francisco. Y ahora voy a pedir al Señor por ustedes, para que ustedes niños, niñas, muchachos, muchachas, hombres, mujeres, lleven el amor. Cuando va el amor de Dios, todo va bien”.
“Y ahora, me gustaría dar la bendición. Cuando uno de ustedes piense en su corazón a la persona que quiere bien, para que sea bendita”, les dijo.
Al concluir, el Santo Padre, alegre con la presencia de los niños, les pidió que canten una canción más.
“El Tren de los Niños” es una iniciativa del Pontificio Consejo para la Cultura, parte del “Atrio de los niños” –proyecto similar al “Atrio de los Gentiles–, y cuenta con el apoyo de los Ferrocarriles del Estado italiano y de la Dirección general para el estudiante, con la participación del Ministerio de educación, de la Universidad y de la Investigación.
El Santo Padre recibió como presentes de los niños tierra de las Catacumbas de San Genaro, de Nápoles, y una planta, que le entregó un niño que le aseguró que es “la planta de la luz para hacer un mundo mejor”.
En su encuentro con los niños, Francisco no realizó un discurso oficial, sino que entabló un diálogo con ellos.
El Papa luego les preguntó a los niños para qué le habían llevado la tierra de la catacumba, que se encuentra en la oscuridad, hasta allá, a lo que los menores contestaron “para que se ilumine”.
“Cuando es de noche, todo está oscuro. Pero esperamos a la primera mañana, cuando comienza la luz. ¿Qué cosa es más importante en esta cuestión, la oscuridad o la luz?”, preguntó el Papa a los niños, a lo que respondieron “¡la luz!”.
“¿Y cuando estamos en la oscuridad, qué cosa importante hay que hacer? ¿Caminar a la…?”, y los niños replicaron “a la luz”.
Francisco señaló que hay que buscar la luz, pues “nos da alegría, nos da esperanza”
“¿Todos tenemos la capacidad de encontrar la luz?”, preguntó el Papa a los escolares. “¡Sí”, respondieron.
“¿Y ustedes pueden hacer un mundo mejor”, preguntó, recibiendo una fuerte respuesta afirmativa de los niños.
“Y para hacer un mundo mejor, ¿Cómo lo hacen? ¿Con el odio? ¿Lo hacen con el odio?”, insistió Francisco, a lo que los niños replicaron “¡No!” para luego continuar “con el amor”.
Francisco prosiguió entonces, diciendo que el mundo mejor se hace “con el amor. Todos juntos , como hermanos , luchando uno al lado del otro por el amor. Y para eso, les voy a decir una cosa: cuando el apóstol Juan, que era a muy amigo de Jesús -muy amigo- quería decir quién es Dios , ¿saben lo que dijo? ‘Dios es amor’. Es bello”.
“Dios es amor. Y caminamos a la luz para encontrar el amor de Dios. Pero el amor de Dios está dentro de nosotros. ¿Incluso en los momentos más oscuras? ¿Está el amor de Dios allí, escondido? ¡Sí , siempre! El amor de Dios nunca nos deja . Está siempre con nosotros. Tengamos fe en este amor, ¿eh ?”.
El Santo Padre agradeció a los niños por su visita y aseguró que “estoy tan feliz”, a lo que los niños respondieron “¡también nosotros!”.
“Estamos todos felices. Te amamos”, le dijeron los escolares al Papa.
“¡Muchas gracias! –continuó Francisco. Y ahora voy a pedir al Señor por ustedes, para que ustedes niños, niñas, muchachos, muchachas, hombres, mujeres, lleven el amor. Cuando va el amor de Dios, todo va bien”.
“Y ahora, me gustaría dar la bendición. Cuando uno de ustedes piense en su corazón a la persona que quiere bien, para que sea bendita”, les dijo.
Al concluir, el Santo Padre, alegre con la presencia de los niños, les pidió que canten una canción más.
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