Francisco recibió a la Reina británica, pero no hablaron de Malvinas
La monarca de 87 años (cumplirá 88 el 21 de este mes), lucía un vestido de color lila y estuvo acompañada por su marido, el principe Felipe, de 92. Hacía 14 años que no visitaba Roma y estuvo solo cuatro horas en la Eterna. Las suficientes para almorzar en el Palacio del Quirinale con el presidente Italiano Giorgio Napolitano. Después fue al Vaticano al encuentro con el pontífice argentino y a las 16,30 abordó el avión que la llevó de regreso a Londres.
La Santa Sede insistió a través de voceros informales en ratificar su tradicional posición neutral sobre el conflicto más que bicentenario, que en abril-junio de 1982 causó una guerra con casi mil muertos.
La audiencia comenzó a las 15,20 (cinco horas menos en la Argentina), mientras todavía llegaban a Roma los ecos de la misa en la catedral metropolitana en la que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, rezó anoche por los ex combatientes de Malvinas.
Había muchos veteranos con sus familias y Poli les dijo “en nombre del Papa” que “siempre serán bienvenidos”. “Este es el altar de la patria y siempre recordaremos a nuestros caídos”. “Algunos pueden pensar que Dios se olvidó de nosotros en la causa por la soberanía, pero en el corazón de esta misa están los caídos”, señaló el cardenal de Buenos Aires.
Es la primera vez que Isabel II se reúne con Francisco. A lo largo de sus 87 años, la reina mantuvo encuentros con Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI
En el diálogo, en un clima definido como “familiar”, no se habló de las Malvinas ni de las relaciones entre el jefe de los católicos y la jefa de la Iglesia anglicana. Entre los temas generales que conversó la reina con el Papa se destacó el estado de la vida religiosa en el mundo.
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