Comisión Vaticana de Protección de Menores: medidas eficaces y transparentes contra los abusos
Concluyó, esta mañana, en la casa Santa Marta, la primera reunión de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.
El objetivo del encuentro era presentar al papa Francisco “propuestas específicas” para sensibilizar a la opinión pública de “las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha de un abuso”, indicó el cardenal estadounidense, Sean Patrick O'Malley, en la Sala de Prensa del Vaticano, donde tuvo un encuentro con los periodistas.
La reunión de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, que comenzó el jueves 1º de mayo, también propondrá al Santo Padre el nombramiento de otros miembros procedentes de diversos lugares del mundo.
El cardenal O’Malley comenzó la conferencia de prensa expresando la “profunda solidaridad a todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables” y precisó que “desde el comienzo de nuestra tarea adoptamos el principio” de que “el bien de la víctima es prioritario cuando se tome cualquier tipo de decisión”.
Indicó que en este primer encuentro la comisión se centró en sus objetivos y en la necesidad de incluir a “personas de otras áreas geográficas y de diversas competencias”. Esto porque, hay regiones en el mundo en las que los abusos de menores no son considerados tales y no por ello dejan de serlo.
El purpurado estadounidense, recordó que son una comisión consultiva del Santo Padre y que por lo tanto comunicarán al Papa los resultados del trabajo realizado “y al debido tiempo propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de 'las acciones mejores' para la protección de todos los menores mediante programas de prevención, educación, formación y respuesta a los abusos”.
Otro de los objetivos, indicó, es lograr que “los católicos se comprometan para que nuestras parroquias, escuelas, e instituciones sean lugares seguros para todos los menores”.
Los miembros que tomaron parte en este primer encuentro fueron: Catherine Bonnet, Francia; Marie Collins, Irlanda; Sheila Baroness Hollins, Reino Unido ; el cardenal Sean Patrick O'Malley OFM Cap, Estados Unidos; Claudio Papale, Italia; Hanna Suchocka, Polonia; Humberto Miguel Yáñez SJ, Argentina y Hans Zollner SJ, Alemania.
Al final del encuentro, la Comisión hizo pública la siguiente declaración:
“A la hora de empezar nuestro servicio queremos expresar nuestra profunda solidaridad a todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables y hacer saber que desde el comienzo de nuestra tarea hemos adoptado el principio de que el bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión.
Durante nuestros encuentros, cada uno de nosotros compartió ideas, experiencias y aspiraciones sobre esta Pontificia Comisión. Respondiendo a la solicitud del Santo Padre, la discusión se ha centrado en la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias.
En nuestras conversaciones también hemos examinado muchas propuestas sobre la forma en que la Comisión podría colaborar con expertos de sectores relacionados con la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables. También nos hemos encontrado con varios miembros de la Curia romana de cara a una futura cooperación, entre ellos representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación para el Clero, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de la Gendarmería Vaticana.
En cuanto Comisión consultiva del Santo Padre, comunicaremos al Papa Francisco los resultados de nuestro trabajo. A su debido tiempo, propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de ''prácticas mejores'' para la protección de todos los menores, mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante los abusos.
También hemos compartido con el Papa la importancia que atribuimos a algunos aspectos de nuestro futuro trabajo. Consideramos que es muy importante asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas y procedimientos eficaces y transparentes. Propondremos al Santo Padre unos estatutos que expresen con más precisión la naturaleza de la Comisión, su estructura, su actividad y sus objetivos.
Está claro, por ejemplo, que la Comisión no tratará los casos individuales de abusos, pero podrá presentar sugerencias sobre las normas para garantizar la responsabilidad y las mejores prácticas.
En los estatutos presentaremos propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso, así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias.
Al mismo tiempo que los católicos se comprometen a que nuestras parroquias, escuelas e instituciones sean lugares seguros para todos los menores, nosotros, junto con las personas de buena voluntad, nos comprometemos a asegurar que los niños y los adultos vulnerables estén protegidos de los abusos. Pedimos a todos los que apoyan el trabajo de la Comisión que recen por nosotros.”
La Comisión para la Protección de Menores fue instituida formalmente por el Santo Padre el 22 de marzo de este año, y anunciada a fines de 2013 por el cardenal O'Malley, que preside la comisión. También forma parte de la Comisión la irlandesa Marie Collins, que sufrió los abusos sexuales de un sacerdote cuando era niña.
El objetivo del encuentro era presentar al papa Francisco “propuestas específicas” para sensibilizar a la opinión pública de “las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha de un abuso”, indicó el cardenal estadounidense, Sean Patrick O'Malley, en la Sala de Prensa del Vaticano, donde tuvo un encuentro con los periodistas.
La reunión de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, que comenzó el jueves 1º de mayo, también propondrá al Santo Padre el nombramiento de otros miembros procedentes de diversos lugares del mundo.
El cardenal O’Malley comenzó la conferencia de prensa expresando la “profunda solidaridad a todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables” y precisó que “desde el comienzo de nuestra tarea adoptamos el principio” de que “el bien de la víctima es prioritario cuando se tome cualquier tipo de decisión”.
Indicó que en este primer encuentro la comisión se centró en sus objetivos y en la necesidad de incluir a “personas de otras áreas geográficas y de diversas competencias”. Esto porque, hay regiones en el mundo en las que los abusos de menores no son considerados tales y no por ello dejan de serlo.
El purpurado estadounidense, recordó que son una comisión consultiva del Santo Padre y que por lo tanto comunicarán al Papa los resultados del trabajo realizado “y al debido tiempo propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de 'las acciones mejores' para la protección de todos los menores mediante programas de prevención, educación, formación y respuesta a los abusos”.
Otro de los objetivos, indicó, es lograr que “los católicos se comprometan para que nuestras parroquias, escuelas, e instituciones sean lugares seguros para todos los menores”.
Los miembros que tomaron parte en este primer encuentro fueron: Catherine Bonnet, Francia; Marie Collins, Irlanda; Sheila Baroness Hollins, Reino Unido ; el cardenal Sean Patrick O'Malley OFM Cap, Estados Unidos; Claudio Papale, Italia; Hanna Suchocka, Polonia; Humberto Miguel Yáñez SJ, Argentina y Hans Zollner SJ, Alemania.
Al final del encuentro, la Comisión hizo pública la siguiente declaración:
“A la hora de empezar nuestro servicio queremos expresar nuestra profunda solidaridad a todos los que han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños o adultos vulnerables y hacer saber que desde el comienzo de nuestra tarea hemos adoptado el principio de que el bien de un niño o de un adulto vulnerable es prioritario a la hora de tomar cualquier decisión.
Durante nuestros encuentros, cada uno de nosotros compartió ideas, experiencias y aspiraciones sobre esta Pontificia Comisión. Respondiendo a la solicitud del Santo Padre, la discusión se ha centrado en la naturaleza y los objetivos de la Comisión y en la ampliación de sus miembros para incluir a personas de otras zonas geográficas y de diversas competencias.
En nuestras conversaciones también hemos examinado muchas propuestas sobre la forma en que la Comisión podría colaborar con expertos de sectores relacionados con la salvaguardia de los menores y los adultos vulnerables. También nos hemos encontrado con varios miembros de la Curia romana de cara a una futura cooperación, entre ellos representantes de la Secretaría de Estado, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Congregación para el Clero, de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y de la Gendarmería Vaticana.
En cuanto Comisión consultiva del Santo Padre, comunicaremos al Papa Francisco los resultados de nuestro trabajo. A su debido tiempo, propondremos iniciativas para fomentar la responsabilidad local en todo el mundo y el intercambio mutuo de ''prácticas mejores'' para la protección de todos los menores, mediante programas de preparación, educación, formación y respuesta ante los abusos.
También hemos compartido con el Papa la importancia que atribuimos a algunos aspectos de nuestro futuro trabajo. Consideramos que es muy importante asegurar la responsabilidad de la Iglesia, incluida la puesta a punto de medidas y procedimientos eficaces y transparentes. Propondremos al Santo Padre unos estatutos que expresen con más precisión la naturaleza de la Comisión, su estructura, su actividad y sus objetivos.
Está claro, por ejemplo, que la Comisión no tratará los casos individuales de abusos, pero podrá presentar sugerencias sobre las normas para garantizar la responsabilidad y las mejores prácticas.
En los estatutos presentaremos propuestas específicas que hagan hincapié en la sensibilización de la opinión pública sobre las trágicas consecuencias del abuso sexual y de las devastadoras repercusiones de no escuchar o no informar cuando se sospecha un abuso, así como de la falta de ayuda a las víctimas de abusos sexuales y a sus familias.
Al mismo tiempo que los católicos se comprometen a que nuestras parroquias, escuelas e instituciones sean lugares seguros para todos los menores, nosotros, junto con las personas de buena voluntad, nos comprometemos a asegurar que los niños y los adultos vulnerables estén protegidos de los abusos. Pedimos a todos los que apoyan el trabajo de la Comisión que recen por nosotros.”
La Comisión para la Protección de Menores fue instituida formalmente por el Santo Padre el 22 de marzo de este año, y anunciada a fines de 2013 por el cardenal O'Malley, que preside la comisión. También forma parte de la Comisión la irlandesa Marie Collins, que sufrió los abusos sexuales de un sacerdote cuando era niña.
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